Hace ya unos días empecé a escribir en el blog de Amor est vitae essentia y, aunque esté muy orgullosa de cómo lo llevo, notaba que necesitaba tener otro blog un poco más íntimo.
Claro, en el otro subo una historia que voy escribiendo cuando quiero y tengo tiempo, pero sentía que quería contar lo que me pasaba a mí por la cabeza. O simplemente lo que me ha pasado y cómo lo he vivido.
La verdad es que, igual que del otro blog hago publicidad en Facebook y Twitter, con este no lo haré. Más que nada porque prefiero que lo lea gente que no conozco. Te da más sensación de éxito, ya que se podría decir que no es eso de que solo te lee tu madre o tu novio, y además te leen con un punto de vista más abierto. Si en cambio este blog lo siguiera algún amigo mío (que seguro que pasará) no podrá evitar relacionar lo que digo con cómo me ve a menudo.
Paranoias a parte, ahora estaba estudiando Historia del Arte (y sin querer me ha salido un pareado), y he acabado un poco cansada, aunque siempre me pasa lo mismo. El ordenador me llama y al final se me pasan las horas sin que haya hecho nada. Por eso es una de las asignaturas que me van peor (sin llegar a suspenderla, al menos por el momento). Ya que al igual que en latín, griego, castellano, catalán, inglés, etc., si escuchas en clase puedes hacer un buen examen estudiando poco, en historia del arte no es así. Pero bueno, no tengo que excusarme. Lo mío es vagancia pura y dura, y por eso me voy a la ducha: porque cuando uno es vago, siempre encuentra algo mejor por hacer.
Aquí pongo las dos obras que creo que saldrán mañana en el examen:
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| Número 1 - Jackson Pollock 1950 |
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| Pavelló Alemany - Ludwig Mies van der Rohe 1929 |
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